Por: Lucía López Cambronero, Juan Rafael Castillo Blanco y Chema Mora.
Somos 3 costarricenses organizando una boda en Roma con la bendición de que uno de nosotros vive en Roma.😉
Si hace un tiempo nos hubieran dicho lo que a continuación les vamos a contar, habríamos contestado sin duda: ¡están locos!
Que... ¿cómo lo hicimos? ¡Aquí se lo contamos!
Mi, ahora, esposo y yo nos comprometimos en diciembre 2017, por motivos de estudio, le correspondía salir del país una semana al mes. En una de las ocasiones tenía que ir a Madrid, ciudad que desde mi primera visita me enamoró, así que decidimos que esa semana lo acompañaría y luego iríamos a pasear; a este plan invitamos a mi mamá.
Pasamos muchas noches planificando, investigando, coordinando hospedajes, trenes, lugares a visitar, itinerarios, entradas, etc, etc, etc. En una madrugada, después de una larga noche de planificación, desperté con la idea de poder casarnos “allá”, así que empezamos a averiguar de iglesias y de los pasos a seguir para conseguirlo. Inicialmente teníamos cierto escepticismo: siempre pensamos que era solo una idea, porque quizá sería muy complicado y ya estábamos atados a las fechas del viaje planificado.
Todo inició o al menos tomó forma a principios de agosto del 2018, cuando en la investigación llegamos a este artículo. A partir de ese momento la frase que nos repetíamos constantemente era: ¡Lo peor sería no intentarlo!
Una noche recordé que el hermano de mi mejor amiga vivía en Roma desde hacía un tiempo, por lo que le escribí el 26 de julio para contarle la idea. Ella fue realmente especial y me apoyó, le pareció lindísimo, y habló con su hermano, quien a partir de ese momento se convirtió en nuestro cómplice en esta carrera contra el tiempo. Recuerdo que uno de los primeros mensajes que nos compartió fue este video: el cual explica parte del proceso y cómo casarse en Roma es posible, pero la planificación debe empezar “...muchos meses antes”; luego para animarnos nos contó que si no nos diera tiempo de casarnos en septiembre (fecha en la que sería el viaje) existía esta otra posibilidad, que nos encantó, pero no era una opción para nosotros, ya que antes del viaje iba a ser complicado poder casarnos para poder solicitar el permiso de asistencia y acudir a la Audiencia General del Papa y recibir Su bendición (¡esto también nos sorprendió gratamente más adelante, pero esa es una nueva historia!)
A partir de este momento nos dedicamos a cumplir con el primer reto: encontrar un curso prematrimonial que se ajustara a la agenda de Juan, ya que cada opción de curso coincidía con su semana de estudios. Luego de preguntar a muchas personas y hacer cientos de llamadas, llegamos a Don Marcos Villalobos, gracias a una señora de la Curia Metropolitana (me entristece no recordar su nombre pero si llega a leer este texto quiero que sepa cuán agradecidos estamos con usted), quien amablemente accedió no sólo a aceptarnos en el curso ya cerrado sino que también a ayudarnos con la emisión del certificado para poder iniciar los trámites de la boda. Su respuesta ese 03 de agosto fue la primera “buena noticia” de esta historia y el estímulo que necesitábamos para continuar.
El mismo 03 de agosto me puse en contacto con Chema, el hermano de mi mejor amiga, quien se convirtió en guía no sólo en los trámites sino en apoyo espiritual durante todo el proceso (¡ya con eso lo habíamos ganado todo!); para contarle que finalmente habíamos logrado conseguir el curso.
Me pidió que le enviara los documentos para que él los pudiera presentar al Vaticano:
- Certificado de Bautismo de ambos
- Certificado de Confirmación de ambos
- Carta escrita por el Obispo de Alajuela en la que se indicaba que éramos aptos para el matrimonio y una posible fecha de boda.
Seguimos investigando con la Embajada de Costa Rica ante la Santa Sede, quien contaba, para nuestra suerte y bendición, con el Embajador, don Marco Vinicio Vargas Pereira, primo de Juan. (¡Muchas muchas gracias por toda la ayuda brindada!)
Chema habló con las parroquias de San Pedro y Santa Ana (ambas en Ciudad de Vaticano). Y averiguó que en el Vaticano había dos sitios posibles para casarse: uno es la Cappella del Coro (una capilla lateral en la Basílica de San Pedro). Y la otra es la Iglesia de Santa Ana en Vaticano, que es la sede parroquial del Papa y donde Francisco celebró su primera Misa como Papa, (y donde además, está entronizada nuestra Patrona, la Negrita, Virgen de los Ángeles ¡¿pueden creerlo?!), por nuestra parte estábamos corriendo para solicitar los documentos que Chema nos había indicado y poniéndonos en contacto con el Obispo de la Diócesis de Alajuela, así como el Canciller de la Diócesis (Pbro. Lic. Sixto Varela Santamaría), por lo que inicié el proceso de contacto y finalmente el 06 de agosto pude comunicarme con él quien me preguntó si ya habíamos hecho la presentación matrimonial (en este momento no lo sabíamos, pero a partir de esta pregunta íbamos a vivir la semana más intensa)
No teníamos ni idea de qué significaba eso, ¿qué debíamos hacer?, ¿a dónde?, ¿ante quién?, ¿qué debíamos presentar?, ¿cuánto tiempo tomaba?, eso solo significaba: ¡siguiente reto a cumplir!
Ante esas dudas, tuve una llamada con el Padre Sixto, el martes 07 de agosto, quien me explicó todo y ahora a avanzar.
Llamé a la Iglesia que nos correspondía por la zona en la que vivimos, expliqué lo que necesitábamos y me indicaron los horarios de atención del sacerdote: jueves y viernes de 4:00 p.m a 6:00 p.m.
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El miércoles 08 de agosto recibimos más información de Chema (de verdad gratamente sorprendidos y con el corazón rebosante de agradecimiento)
“He estado hoy con el Párroco de la Iglesia de Santa Ana en el Vaticano. Es el panameño que te contaba. La verdad que super buena gente y muy disponible para ayudarnos. Por tema de tiempo, como ya sabíamos, vamos justos más que todo porque él estará unos días fuera y una vez que él reciba la documentación que te diré entonces tiene que preparar un informe para el Cardenal de Estado Vaticano y que éste dé el visto bueno. Suena imposible pero su respuesta fue que si los papeles le llegan a él en unos 7 días (significaba el miércoles 15 de agosto) cree que habría posibilidades. Para esto me temo que tendríamos que enviarlos esta misma semana (para este entonces yo ni había logrado hablar con el sacerdote para realizar la presentación matrimonial), por lo que dependería todo de que consigas los papeles en Costa Rica (😅) aunque sé que suena imposible yo que tú propondría este dilema al párroco que verás mañana y mañana mismo intentar ver al Canciller Sixto.
Los pasos a seguir son:
1) Hacer todos los mismos trámites exactamente iguales a si te casaras en CR (el acta de bautismo, confirmación, curso prematrimonial, etc)
2) Enviar a la dirección que te adjunto abajo en un pdf una carta del Párroco donde se explica que son aptos al Matrimonio y se solicita la autorización para contraer matrimonio en una parroquia diferente a la tuya, en este caso en la Parroquia Pontificia Santa Ana en el Vaticano. Esta solicitud de autorización debe llevar el visto bueno del Canciller o el Obispo de Alajuela.
3) Rellenar el documento que te adjunto en pdf y enviarlo junto con la carta a la dirección que viene debajo de ese documento.
4) Antes de la boda, la Embajada de Costa Rica ante la Santa Sede tendría que hacer un documento llamado "Nulla Osta" en el que se confirma que civilmente las personas no tienen ningún impedimento para casarse.
El párroco no lo ve imposible y estaría más que dispuesto…”
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El jueves 09 de agosto, fui a la Iglesia (esta semana Juan estaba en clases) me encontré con una larga fila, esperé, esperé, esperé, al llegar la persona que estaba antes, pasó, terminó y finalizó la atención…No me atendieron (😬)
Esa noche estaba desanimada, sentí que ya se estaba complicando todo, que quizá estábamos forzando las cosas y que quizá debíamos detenernos, así que así se lo mencioné a Chema quien me respondió: (¡Les recomiendo detenerse en esta parte!)
“Las cosas que más valen la pena son las que más tenemos que luchar. Si después de poner todos los medios y hacer todo el esfuerzo extraordinario las cosas no salen, entonces no era lo mejor, pero Dios no te va a permitir derribar la puerta si no tenía que abrirse, pero sí te invitará a que la empujes fuerte cuando es algo que será para tu alegría una vez abierta. Mi recomendación es que cuando hay algo que de verdad deseas pongas todo los medios sobrenaturales como si no existieran los humanos y todos los medios humanos como si no existieran los sobrenaturales, y una vez hecho eso quedarte muy tranquila que Él sabrá hacer lo que sea mejor”
¿Qué habrían hecho ustedes? ¡Pues claro! el viernes 10 de agosto regresé a la iglesia a buscar al Párroco quien finalmente, en resumidas cuentas, me atendió y:
- Nos dio la cita para la entrevista al día siguiente a las 9:00 a.m.
- Nos permitió ir separados (Juan estaba en semana de estudios y salía de examen hasta las 3:00pm).
- Me enteré de una nueva lista de requisitos para abrir el expediente en esa parroquia, y que debía tener listo en menos de 16 horas.
- Constancia de Sacramentos recibidos de ambos novios. (¡Gracias Papi por ayudarnos con este requisito!)
- Certificación de Soltería del Registro Civil. (¡Gracias Nani por ayudarnos con este requisito en tiempo récord!)
- Certificado comprobante de haber realizado el Curso para el matrimonio. (¡Gracias Don Marcos porque este requisito tan importante fue gracias a usted!)
- 3 fotos tamaño pasaporte del novio y de la novia.
- Fotocopia de la cédula de ambos contrayentes.
- Fotocopia de la cédula de los Padrinos de la Boda, anotar profesión, estado civil, dirección exacta y número de teléfono. (¡Gracias Chema, Don Marco y mami por aceptar y correr con nosotros para entregar los documentos a tiempo!)
- Fotocopia de la cédula de los “Testigos de la presentación”, anotar profesión, estado civil, dirección exacta y número de teléfono. No deben ser familia de ninguno de los contrayentes y deben asistir el día de la presentación junto con los novios. (¡Gracias Juanca y Fabi por aceptar y tener la disponibilidad!)
En este momento podemos decir que nuevamente nos cuestionamos si de verdad estábamos haciendo lo correcto, dudamos...
El sábado 11 de agosto, quién nos iba a decir que estábamos viviendo todo esto justo un mes antes del día de nuestra boda, a las 8:00 a.m. me presenté para abrir el expediente con todos los requisitos, el sacerdote nos entrevistó, Juan fue por la tarde y el sacerdote en ese mismo momento le entregó el “famoso sobre” y, por el momento, el “corre, corre” había finalizado, solo debíamos esperar a reunirnos con el Padre Sixto (Canciller de la Diócesis) para que validara todos los documentos y escribiera la carta que se enviaría a Roma.
Finalmente pudimos vernos con el P. Sixto el martes 14 de agosto y de ahí corrimos a la empresa de mensajería express para enviar los documentos. Los mismos llegaron a Roma el viernes 17 de agosto, 2 días más tarde de lo que nos habían solicitado, por lo que para ese momento seguíamos sin tener certeza de nada; solo que finalmente los documentos habían llegado :)
El sábado 18 de agosto, una semana después de la presentación matrimonial, Chema nos sorprendió con este mail:
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Aunque hablaremos por whatsapp solo informarte que hablé ya con el Padre Jafet y está todo en marcha. Ya reservó en la agenda la fecha de la boda para el 11 de septiembre a las 10:30, así que esa es vuestra fecha de boda definitiva. Enhorabuena a los dos!!!!!! jejejeje Además nos va perfecto porque ese mismo día les darán el Certificado de Matrimonio y con ese Certificado pediremos las entradas para la Audiencia con el Papa para el día siguiente (12 de septiembre), por lo que podrán también estar con el Papa y recibir la Bendición de él personalmente y saludarlo también. Para esa Audiencia con el Papa lo ideal es llevar también el traje de novios que habrán usado el día anterior en la boda (No es obligatorio pero todos van así). (Si quieren ver fotos este es el sitio oficial del Vaticano en la sección: "Novelli Sposi")
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Ese fue otro día intenso, oficialmente sabíamos que lo habíamos logrado, ¡teníamos muy pocos días para organizar lo necesario para celebrar la boda!
Los días siguientes fueron especialmente hermosos, planeando, revisando y completando algún tema pendiente :)
¡Además de recibir la ayuda en todo el proceso de San Josemaría Escrivá, tuvimos aún más bendiciones!
Tuvimos todo el apoyo de la Embajada de Costa Rica ante la Santa Sede, de Don Marco Vinicio Vargas, Pablo Innecken y de Silvia Fernández. ¡Gracias infinitas por el apoyo!
Acomodando todo a la nueva fecha confirmada y ajustando las reservaciones tuvimos la suerte de encontrar este apartamento muy cerca de la Iglesia de Santa Ana, en Borgo Pio. Alexandra, la dueña del apartamento, fue espectacularmente especial, nos ayudó con absolutamente todo: recepción, floristería, estilista, nos prestó hasta la plancha de su casa para alistar nuestros trajes para el día de la boda.
Alexandra nos consiguió un precio especial para disfrutar un menú típico romano en el hotel con mejores vistas de todo Roma (¡super recomendado!). Todos los detalles de ese día lo convirtieron en un momento M-Á-G-I-C-O, la recepción se realizó en el hotel Atlante Roof Garden, como he dicho antes, con unas vistas indescriptibles.
Buscando en internet encontré, al mejor fotógrafo de ROMA 😉 Luca Caparrelli (http://www.lucacaparrelliph.it ) quien documentó nuestra boda de forma perfecta.
Chema nos ayudó con la búsqueda del sacerdote que nos casaría: Don José Luis Gutiérrez (¡muchas gracias, de verdad que la ceremonia no pudo haber sido más cálida!), dado que Jafet para el día de la boda estaría fuera de Roma, también con ayudó con el organista Federico Vallini quien es profesor de órgano en el Conservatorio de Florencia y que fue E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R.
El sábado que llegamos a Roma, visitamos la Iglesia para revisar los documentos y nuevamente nos sorprende otra bendición: el Cardenal estaba esperando en la iglesia para oficiar un bautizo por lo que Monseñor Bruno Silvestrini (Párroco de Santa Ana) nos sorprendió con la oportunidad de recibir la bendición del mismo Cardenal.
Finalmente, llegó el día esperado y el martes 11 de septiembre a las 10:30 am nos casamos en Santa Ana del Vaticano...como detalle para cerrar con broche de oro las bendiciones recibidas en esta aventura...Mons. Bruno le preparó a don José Luis (el sacerdote celebrante) la casulla (ornamento que utilizan los sacerdotes para celebrar la Misa) que había sido de Juan Pablo II y que había regalado a Santa Ana, por lo que nos casamos con el sacerdote vistiendo una reliquia de JPII durante la Misa. La Misa terminó con una oración a la Virgen de los Ángeles que había compuesto el Cardenal Angelo Comastri...lo que dio un sabor tico estando lejos de casa.
Como les contábamos al principio, si alguien nos hubiera contado esto, no le habríamos creído, lo único que sabemos es que cada segundo valió la pena. Aprendimos tanto de todo el proceso, fue tan enriquecedor y tan especial que en ocasiones nos sorprenden más detalles de todo lo que vivimos y tenemos la certeza de que no pudo suceder de otra forma: Dios así lo quiso, nosotros solo nos dejamos orquestar 🙏🏼.
Aquí un gran resumen 👌 ¡ánimo que suena complicado, pero les prometemos que vale la pena!